miércoles, noviembre 02, 2005

una película sin ombligo



y en el momento adecuado surge el tema (no clicken sin haberla visto)
entonces comprendes su actitud, te impacta su discurso y mientras continúas a la espera de ver cómo se resuevle la historia que considerabas importante, ya no te sorprende, incluso admites que, cuando por fin llega, la felicidad consista en abrir un grifo, servirte agua y beberla sentada en la cocina.
sí, ¿dónde hay que defender que esta película es más combativa que la filmografía completa de ken loach?
|