martes, abril 12, 2005

me quedo contigo

deprisa,deprisa. película ficción, película documento, con señas de una época (hasta los marcianitos del cartel) y actores que se interpretan a sí mismos.



porque hay películas que ganan como retratos, pasado el tiempo, por lo acertado de sus decisiones. me centraré en dos:

las localizaciones, por ejemplo: mostrar los descampados, dentro del urbanizado extrarradio, significa saber en qué fijarse. edificios entre campo y vías, zonas sin pavimentar, arena, coches con polvo. todo a medias, algo que nunca se terminó, lo nuevo ya abandonado. ¿quién se encargará de legarnos en el tiempo la visión de las nuevas urbanizaciones?

la música, aspecto más recurrente: que caduque la música del momento no es difícil y las películas que apuestan por incluir en su banda sonora la representación de lo que pega en esos días se arriesgan. se arriesgan a no ser reconocidas con los años, a no ser identificadas. pero los chunguitos, en su versión de los ochenta, se asocian con claridad a una época, lugar y gusto. flamenco en proceso de popularización.

en la versión dvd, cara lavada,




por cierto, por aquí me encontré esto:

Secuencia 21 Observando el tráfico

Están todos sentados en una colina que domina la autopista. Están observando el tráfico.

Meca: Tú, míralos. Míralos, es que van como locos…
Sebas: Y luego pasa lo que tiene que pasar… No se les puede dejar solos…
Meca: Normal, van como locos. Están locos por llegar a casa, que la mujer les abra la puertecita, les dé un besito, les pregunte : "¿Qué pasa, Juan? ¿Qué tal el trabajo?" Y el tío, sudando : "Bien, bien, un poquito cansado…" Luego le encienden la tele, llegan los niños, y ya está el lío armado…
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