jueves, mayo 05, 2005

wagensberg

cuelgo desorientado. veamos si aguanta.
ayer leía por encima un libro de aforismos. me atraen pero no me gustan. no sólo estos, todos. no son ellos, soy yo. me deslumbra la idea condensada, pero desconfío. todos son hallazgos, o pretenden serlo. uno tras otro, ese despliegue de ingenio me abruma. repito, o explico, no dudo de su valor pero la acumulación de los mismos desvanece el logro que algunos alcanzan. ya sé, su lectura debe ser otro tipo de lectura, pero me ocurre como con las pipas saladas, que sólo serán estas cuatro y cuando quieres darte cuenta te queman los labios.

y si no fuera un libro de aforismos?

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