miércoles, agosto 10, 2005

unicornio

si el unicornio azul de silvio era un capuchón de bolígrafo, bic cristal -supongo, entonces sí, puede que comience a gustarme la canción.
eso dijeron el otro día en la tele, lo del unicornio. argumento, el de la tele, tan válido hoy en día como el que de contínuo se escucha: lo he leído en internet. en internet, sí, pero dónde.
parados en un semáforo dos chicos, bueno, uno a otro le comentaba que había estado preocupado desde que leyó que el señor de los anillos podía ser una novela filonazi. sí, tolkien era un profesor de universidad algo conservador, decía el preocupado, y no era la novela más progresista del mundo, aclaraba, pero he leído unas cartas suyas en internet donde respondía a los nazis que él contaba con amigos judíos y que, vaya, que la lectura de las cartas tranquilizaron su espíritu. o eso imagino yo, porque cruzado el paso de cebra tomamos calles diferentes.
más: según parece -benjamín prado el país nueve de agosto- el otro día, en el concierto de u2, bono pidió a los espectadores que iluminaran las pantallas de sus móviles y los alzaran, como antes se hacía con los mecheros. no sé que opinarán los seguidores de silvio, desconcertados con lo del capuchón, pero estas pequeñeces confirman que ya están aquí: nos engancharon. el periódico también sirvió en su día para envolver pescado.
pese a todo, aún hay personajes como sánchez dragó que, en una entrevista -ayer día nueve en el mundo-, critica a quienes ven la televisión, que son los mismos que no veían su programa, me digo. otro pedante o culto entre gilipolleces.
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