domingo, noviembre 20, 2005

una mala siesta

sueño con escribir una saga pero me despierto sintético.
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sábado, noviembre 19, 2005

un café, donde la gente habla con el pretexto de tomar algo

él viste chandal, ella es porteña. todavía inmigrante, trabaja sin papeles en un pub. camarera que ha fascinado a un chico de barrio, con treinta y pico, con pareja en casa, que necesita, dice, replantearse la vida, y parece apostar por ella como amante. le gusta el sexo que tiene con ella y ella, que podría salir con cualquier engominado, agradece su ternura. él habla mucho, fluido, nervioso, muy directo, sonríe. se acerca, intenta besarla. no sé cuánto tienen en común, ella sabe qué posición ocupa, él niega que su pareja esté en crisis, sólo él lo está. la prioridad de ella es el trabajo, su carrera, diseñadora, que puede ser de moda o de páginas web, no alcanzo a descubrirlo, mientras él habla de macro, que es lo mismo que hablar de un gran almacén. hoy él quedará con sus amigos para ver el partido, ella explica que ese hombre con quien la vió es un amigo, si él sabe comprender qué es un amigo. aún así responde que no a una pregunta más precisa, no se acostó o no le gusta, o no le importa a él si se acostó o le gusta, me pierdo porque contesta en voz más baja aunque yo disimulo mientras leo. ella quiere pagar, a ella no le gusta que la llame por su nombre, nadie salvo él lo hace. odia su nombre completo y él le confiesa que no llegó a tener una historia este verano, que se frenó a tiempo, que se ha equivocado en todas sus decisiones menos en ésa. y en ésta. ahora sí, ella le besa y se levanta, supongo que para acrecentar su deseo y, sin que lo sepa, mi curiosidad. se acerca a la barra, pide la cuenta, él disfruta con sonrisa de que las cosas por fin funcionan. se siente privilegiado, ella no sé cómo se siente, pero esto lo describe un hombre, vosotras tenéis los comentarios.
ellos pasan, yo me quedo, vuelvo a mi lectura, pero nunca he comprobado tan de cerca la fragilidad de nuestras interpretaciones.
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lunes, noviembre 14, 2005

la guerra civil en la frontera


sueltos que muestran una parte de todo lo que fue, y una guerra es un gran desconcierto. más entonces. su postura de incompresión y de cabreo, en especial con tan malos políticos. estampas, breves comentarios, todo llano, sencillo.

"...cualquier sombra de idea basta para que la gente se mate. Se puede pensar que en la cabeza de unos y de otros no hay más que lugares comunes y frases de periódicos."

baroja.
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domingo, noviembre 13, 2005

dispersión

cuesta ser uno, sólo uno, que tu interés o tu trabajo, o tu pareja, o tu familia, caben puntos suspensivos, sea aquello que centre tu vida. un tema. una idea. una ilusión. podría continuar.

concentrar las fuerzas, aplicar los cinco sentidos, vivir para ello. más de mil.

la dispersión, sin embargo, es sospechosa. lo admito. contiene peligros, no es modelo de nada, no es mejor que su contrario, no pretendo reivindicarla.

la pareja de enfrente, unos cincuenta largos, tampoco baja la persiana. nosotros es que la tenemos rota. ahora ella cose, y él le acerca un té en un vaso cubierto con un platito de café. son serios y me parece que son abuelos, ayer vi a una niña pequeña trastear por el cuarto.

té.se me olvidó comprar la última vez, me apetecería uno. me toca estudiar, pero antes creo que voy a pasarme por los chinos, aunque la regenten unos sudamericanos.
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lunes, noviembre 07, 2005

mi primera venta



desde hace unos días trabajo en una librería. todavía no hemos abierto, pero el lunes ya vendí mi primer libro.
no me importará vender sábanas, códigos, biblias o caballos7, será mi labor, pero si puedo colar algún conrad, mcewan o ferlosio, pues lo intentaré.
y en juvenil susan hinton tendrá un puesto de honor.
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sábado, noviembre 05, 2005

una aproximación

me gusta escribir, pero me falta tiempo para leer. mientras escribo no leo. primera. oigo voces.
perfilo. perfilar. que al escribir sea lo que pienso. segunda. oigo voces.
tercera. no siempre como las dos anteriores. ni el orden por prioridad, en este caso.
alguien ya lo diría, y mejor, sí, yo también oigo voces. pero no ahora mismo, en este momento, delante de ti, ya, ya, ya ya. cuarta.
proust: aceptar su propuesta, por ejemplo. proponer algo, quizás fallar, tener el valor. quinta.
mi propuesta: acepta que, con un cierto orden, las cosas siempre están por medio. que no llegas a la vida de nadie desde el principio, que se va conociendo, siempre es así, y si así es, por qué no un texto, un libro, un autor, una época.
claridad, personalidad, precisión, más, más, más, más. no siempre tres. que alterar sirva para expresarse mejor, con más claridad, personalidad, precisión, ritmo... sexta.
paso a paso a paso a paso a paso a paso a paso a paso, y tirarte de cabeza. esa es la séptima. haber vivido tiene que servir también para infundirte valor, para despreocuparte por las consecuencias. repito valor, ya lo sé.
tomar distancia. octava.
novena: continuará. no cerrar
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miércoles, noviembre 02, 2005

una película sin ombligo



y en el momento adecuado surge el tema (no clicken sin haberla visto)
entonces comprendes su actitud, te impacta su discurso y mientras continúas a la espera de ver cómo se resuevle la historia que considerabas importante, ya no te sorprende, incluso admites que, cuando por fin llega, la felicidad consista en abrir un grifo, servirte agua y beberla sentada en la cocina.
sí, ¿dónde hay que defender que esta película es más combativa que la filmografía completa de ken loach?
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