domingo, agosto 14, 2005

directores ii



de trabajador a patrocinado. si se fijan en su devedeteca puede que encuentren una de las películas de almodóvar que no hace mucho se vendían con el país. miren la esquina superior izquierda: telefónica. algo quiero decir sobre una generación, no indaguemos.
con sus diarios de rodaje, fotos inéditas, entrevistas y portadas del colorín almodóvar ha sido desde hace quince o veinte años el cineasta más periodístico. sobre todo para uno, aunque también ha sufrido la carroña columnista en varios. hoy, el retrato de vicent y loredano actúan como parte del todo. pero lo importante es su cine, claro, y estilo tiene. ya. no me atrevo a decir mucho más porque almodóvar ganará alejado de esa posmodernidad disuelta en caldo manchego, de ese constante intento por definirlo y ser más original que el último.
mientras tanto llegó su relevo comercial: amenábar. amenábar ha sabido encontrar al público, que no estaba en la comedia, envolverse en la asepsia del suspense, salvo con su último drama -más blanco de lo que algunos quieren ver, y ocultar que de pequeños vimos mucho spilberg, aunque él haya tenido el mérito de aprovechar todas las lecciones, incluidas las buenas. los tiempos han cambiado, las páginas culturales del periódico servirán para el ego pero la película necesita una buena distribución. tú el país, pedro, yo sogecine. puede salir en la portada de zero, llenar los kinépolis, ser adoptado por cuerda y que ninguna borre demasiado la imagen que ya tenemos, que tal vez fue la primera: cada uno la suya y todos por taquilla. la diferencia, a día de hoy, está ahí. la diferencia con su par de post, almodóvar. a uno puede dejar de verlo una pareja de cuarentones con el periódico bajo el brazo; el otro ha llevado a ver una de llorar al que se flipó con el tema de las snuff movies.
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