martes, septiembre 27, 2005

y de mozo?

hoy me han propuesto trabajar de mozo en un hotel. con delicadeza he declinado el ofrecimiento, excusándome en el físico: el mío no da para mucho. la chica ha sonreído, no iba a ser ella quien confirmara lo poquita cosa que soy. no sé si estaba desesperada por encontrar un candidato para el puesto y no ha reparado en el perfil que se requiere para el mismo, o bien ha encontrado un potencial oculto en mis biceps. la verdad es que me he imaginado por un momento delante del encargado y su carcajada ante el nuevo chavalín que le enviaban. menuda selección que me hacen estos, recuérdame cuando te despida que también les mande a ellos a la mierda. o algo así me habría comentado antes de probarme. y cuando he salido del lugar de la entrevista, como si fuese un cuento de la lechera provocado, me ha dado por pensar en lo jugoso de las propinas por llevar unos maletones que, dentro de lo que cabe, ya vienen con ruedas.
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jueves, septiembre 22, 2005

tinta en las manos

nunca entendí la importancia de los sucesos entre las noticias diarias. estos días se manejan varios, como los ciclistas desaparecidos o la mujer que envenenaba a su familia. sin hablar de maeso, que tal vez roza más un tema de salud pública. acepto cualquier explicación.
no suelo leer, en prensa, las páginas de política nacional. sí los titulares y algún artículo de opinión, atiendo en la tele o la radio lo que se dice en el parlamento o en las ruedas de prensa, pero las declaraciones cruzadas por escrito suelen aburrirme.
a la economía me obligo, con buenos resultados cuando no me la salto, porque se me olvida la imposición en cuanto empiezo. internacional sí me gusta.
cada vez acudo menos a las páginas culturales de cualquier periódico, que dicen poco; con las críticas tengo rachas. me interesan más los reportajes y echo en falta un tipo de sección donde se siga, se escrute casi, una noticia día a día (con una pequeña columna que fuera algo así como "en capítulos anteriores")
seleccionaría también más la opinión, y la diversificaría. en cuanto a las cartas al director, desde hace tiempo las respeto más, algo que todavía no me ha ocurrido cuando abren los micrófonos en la radio o en la tele; y entre las viñetas me sorprende lo previsible de casi todas.
confieso que suelo atender poco a las noticias de mi comunidad y que sueño con encontrarme un día el cuadernillo de la rioja, esa comunidad de la que usted no sabe nada. del resto de secciones que manejan los periódicos las más desatendidas en imaginación, excepto con la ventolera del sudoku, suelen ser las ya cansinas de pasatiempos (pero hay gustos, y muy arragaidos, por lo visto).
ayer pasaron por la tele imágenes de unos cuantos ancianos enfermos de alzheimer mientras leían los periódicos, un recurso que utilizan sus cuidadores para ejercitarles la memoria. y pensé que cuando tuviera su edad y mientras me animara bajar todas las mañanas a por el diario creo que mantendría un pie en el terreno de juego.
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ocho o nueve días

no consigo sacar a paseo un post en borrador. una palabra lo cubre todo: intrascendente.
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martes, septiembre 13, 2005

poco más de nuevo

hoy asistí a una clase de la que no esperaba nada, tantos años de estudio y ahora me iban a explicar cómo hacerlo, aunque fuese para una oposición. ninguna novedad, todo era obvio, pero al mirar hacia detrás, en una de las ocasiones, me he dado cuenta: era el único chico. veinte o veinticinco personas y yo el único chico. ya sé, ellas se dedicarán más a esto, pero no había ningún otro. la clase era voluntaria y el tema para impúberes: técnicas de estudio. entonces me he preguntado si no somos más soberbios, si muchos no habrán venido porque piensan que no lo necesitan o que ya lo saben. que lo sabrán. pero es la actitud, el no dar nada por supuesto.
cuántas cosas que sabemos necesitamos oirlas de otro. no hablo de hoy, o no tanto de hoy.
qué extraña sensación esta de ir echando lastre.
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lunes, septiembre 05, 2005

un coche y una casa

dejé de leer el libro porque dos adolescentes comenzaron a charlar sobre futuro. una de ellas no tenía claro nada, había suspendido cuatro y sólo pensaba en recuperar alguna; la otra, decía, comenzaba a sentirse presionada por sus padres, con lo bien que le había salido el curso querían que pasara a bachillerato y que después estudiara una carrera, empresariales o una de esas útiles, pero ella no sabía, aunque si llegaba a elegir estudiar sería algo que le gustara a ella, no a sus padres. eso sí, no iba a ser como su hermana, que después de un módulo de contabilidad se conformaba con un curro de setecientos euros, con setecientos euros no se podía vivir y ella quería tener un coche y una casa.
pensé que si eso lo hubieran oído sus padres, ellos, que no querían nada de novios porque los novios despistan, esa noche, y las restantes hasta que se marchara de casa a vivir con su marido, dormirían sin preocupaciones, aunque llegara más tarde de la hora.
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viernes, septiembre 02, 2005

entrevistas

primera de la temporada: a esperar, porque hasta octubre no sabrán si me necesitan. bien, seguiremos buscando. pero ha sido un encuentro agradable, con todo claro (lo económico y laboral) y directo (sus necesidades, las mías)
nos hemos sentado, ella primero, y ha comenzado a explicarme cómo funcionan. me miraba a los ojos, y he creído ver un libro de psicología encima de su mesa. vaya, como para bajar la mirada, he pensado, mientras me mantenía atento. he asentido, he intervenido en un par de ocasiones y después me ha tocado dar mi versión. poco más, salvo esa mirada, que parecía no pestañear, que resistía mis cambios de ritmo, mis gestos, que seguía allí, joder, que todavía no deja de mirarme, qué habrá visto?
y cuando llego por aquí leo a willy, para que después me extrañen las caras que pone la gente al saber a qué me quiero dedicar. aunque acepto cualquier oferta.
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