viernes, mayo 27, 2005

creear

sin decir qué autor ni qué libro, aunque tampoco tengo ninguna justificación para ello y no me importa que alguien lo identifique.

es menos que un juego.

encarnar. una palabra que no se ajusta, definición estricta, a la impresión que me ha dejado pero que contiene una referencia a lo corpóreo, tan presente en toda la historia, porque así de presente lo viven las personas mayores. me corto, los viejos. dudo, los ancianos. encarnar porque ella toma forma, la protagonista, puedo imaginármela, doy con su físico y sus gestos, habla y me la represento. no tanto, encarnar, porque sea un arquetipo, al contrario, ella no es la vejez, ni la escritora de éxito, ni la mujer occidental ni nada de eso, es más persona que personaje, si esta conclusión precipitada sirve para aclarar lo que quiero decir.
también, también esa defensa de sus ideas donde se hacen presentes sus dudas, donde se sostienen argumentos que pueden invalidar los suyos, resquicios, otra palabra que sin ser precisa he convertido en referencia para recordar el libro. recordar me obsesiona, pero la escena de ella mamándosela al viejo moribundo (soy generoso con las pistas), el estrado de las conferencias, los animales o el cielo que no es, más bien un purgatorio, me ayudaran, tal vez sean otras, a no olvidar un libro camuflado. lo importante es ella y no si el
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