viernes, agosto 19, 2005

de cines

ya antes de empezar una corrección de verdad política: en cuestión de años, de cine político a cine social ; y una vez que se comienza, los obstáculos. el primero, su imposibilidad: no será crítica la que se hace sirviéndose del sistema, y el cine comercial es sistema. el segundo: toda película es política, destila ideología, si se matan porque se matan y si hay amor porque se ama de distintas maneras, nada te distingue, cine social, del resto. el tercero: el propio de cualquier cliché.
así las cosas, quién se atreve a no contar simplemente una historia, como se justifican todos, y que parece ser el tópico más acertado para unir la modestia y la ambición, porque tras la sencillez de contar simplemente una historia se aparta uno de caer en etiquetas, esas que evita el verdadero creador, faltaría más. pues eso, que así las cosas, nadie. y si sale alguno, sospechoso para todos.

sí, pese a lo anterior, yo tampoco tengo clara mi postura, no soy de los que piensan qué pie poner al levantarse. aquí lo dejo, que me pica otra cosa.

y para que a willy no se le atragante otra recomendación esta vez martín patino: nueve cartas a berta. ese cine social que no responde al nombre.
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